No hay recetas mágicas, ni mucho menos, aplicables a todas las personas, a todos los contextos, ni a todas las situaciones. En realidad se trata de una invitación cordial a profundizar el doble sentido, indisociable, entre un “resumen” y una “exposición exhaustiva”, que siempre deben complementarse. Aquí van:

1. Tomar las riendas: muchas personas -con sabiduría- se enfrentan a la pregunta sobre por qué y para qué estamos en este mundo. Independientemente de la respuesta, aquí estamos y no nos queda otra que hacernos cargo de nosotros. A la vez, si bien no estamos seguros de para qué estamos, de algo sí podemos estar seguros y es de que en algún momento (que llegará más rápido de lo que nos gustaría y siempre inoportuno) ya no estaremos. Por lo tanto, no solamente hacernos cargo de nosotros mismos sino, también, de nuestra "finitud", segura e impredecible.

2. No todo está "predeterminado": es crucial ver al mundo y a nuestras vidas como relatos no terminados, como oportunidades abiertas a la vuelta de cada esquina… como un compendio rico en posibilidades, en el marco, por fortuna, de ciertas determinaciones. Dicho de otro modo, se trata mantener viva la capacidad, la aventura de sorprender(nos) proactivamente.

3. Conciencia de nuestra libertad relativa: comprender la relación entre nuestra libertad de elegir y la responsabilidad que ello implica. Dijo Sartre "estamos condenados a ser libres", aunque cuidado, somos libres de elegir pero no podemos no hacernos cargo de las consecuencias de lo que generamos con nuestras elecciones. El nobel Prigogine lo expresa casi poéticamente como "los ideales humanistas de libertad y responsabilidad". ¿Podemos pensar algo más peculiarmente humano?

4. La importancia de tener un Sueño: que aliente nuestras acciones y saber que es a través del Hacer que cada uno de nosotros se manifiesta y trasciende. Hacer que, inevitablemente, se multiplica en nuevos, y acaso, mejores Sueños.

5. Darle la bienvenida a la cooperación con otros: porque el Hacer en Red, asociados (en torno a un proyecto)… potencia, expande, magnifica.

6. Darle la bienvenida al Azar: nuestro Hacer se desenvuelve en un contexto azaroso e incierto, a veces turbulento, no necesariamente caótico, que convierte a nuestras acciones en apuestas sin garantías. Serrat, con ojos de poeta, lo anuncia: "De vez en cuando la vida toma conmigo un café y está tan bonita que da gusto verla. Se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena".

7. Darle la bienvenida a la Apuesta Estratégica: Abrirse paso en la complejidad de cada situación que nos desafía, implica decidir y actuar, "jugarse", pero bajo un Plan. Esto implica un proceso de retroalimentación entre análisis, planificación, implantación, aprendizaje, autocrítica, creatividad, flexibilidad… todo esto combinando, al decir de Morin, "dosis intercaladas de audacia y prudencia".

Es un mapa que aproxima, no es el territorio, mucho menos el tesoro. Los médicos saben bien que la “receta” por si sola no cura. Se requiere algo más…mucho más.